Experiencias "Maravilla" tercer lugar flor más bella del ejido 2001

20:30 Edit This 2 Comments »
Mi nombre es María del Carmen Pacheco García, soy una flor de antaño, una flor, que tuvo la dicha de ser representante cultural hace algunos ayeres, quizá hasta cuando muchas de ustedes eran unas bebas, sin embargo y a pesar del tiempo, soy una flor que no se ha marchitado, hoy vengo a compartirles mi experiencia de este bello certamen.
 
Conocí esta fiesta, por que mi mamá tenia unos puestos de ropa en Xochimilco, y recuerdo que un día me detuve a ver la fiesta, me atrapo de inmediato, yo miraba absorta a las chicas participantes, ya ni fui a donde según iba a ir, me quede hasta la coronación y me dije a mi misma: algún día yo estaré ahí.


Así pasó el tiempo, hasta el año 2001 me fui a inscribir, recuerdo que para poder ir a las capacitaciones falté dos semanas al Bacho donde yo estudiaba, y ya en la capacitación quedé sorprendida por toda la enseñanza cultural que se nos brindó la verdad no conocía nada de mis raíces y de mi pasado, quede molesta conmigo misma, pero a la vez quite ese pensamiento y lo cambie por una oportunidad para poder remediarlo.

Recuerdo que el primer día de capacitación fue el día que más me había cansado en la vida, así pasó la capacitación. Recuerdo que no le dije a mi mamá que iba a participar ni nada, solo un buen amigo me contó que remó solo, una canoa hasta a la isla de Tlilac, para poder llevarme mi canasto de flores en la semifinal (pobrecito).


Sin embargo ya en la final el día viernes, recuerdo que la mayoría de las chicas llevaban porras enormes, (que arrepentida estaba de no haberle dicho a mi mamá), pero ¿qué creen?, yo me imaginaba que esas porras y esas palabras de aliento me las decían a mi para no sentirme tan sola, sin embargo no faltó quien fuera al puesto de mi mamá en el mercado y le dijera: "señora, señora: Carmelita esta concursando en la “Flor más bella”¡ y ya lo nombraron entre varias!", a lo que ya en las preguntas vi a mi mamá dándose paso entre la gente y vi su carita, a lo que me hizo una seña de asombro y yo le respondí con un beso, después llegó mi momento de contestar mi pregunta, y les juro por Dios que al escucharla ahí en ese momento se me quitaron los nervios y todo, simplemente la respuesta salió sola, como si las palabras tuvieran alas, recuerdo que cuando dije gracias, la gente gritaba, "¡Tláhuac!" y me aplaudía, ¡gente que yo ni conocía! ya al último estaban gritando mi delegación: "¡TLÁHUAC, TLÁHUAC!", ¡fue maravilloso!, había dado la respuesta, el veredicto final ya no estaba en mí.

Al regresar y saber el nombre de las ganadoras oí mi nombre cuando dieron el tercer puesto, en ese momento vi a mi mama a un lado la abrace y me preguntó: "¡porque no me dijiste?", yo sólo le contesté: "mamita tu trabajas mucho y yo no quise molestarte, no quise que gastaras nada", me abrazó y lloramos, y de ahí para adelante compartí, vi ,fui a lugares que nunca en mi vida había estado vi lo nuestro, nuestras raíces desde otra visión, fui representante y fomente en mi delegación que mas chicas se inscribieran en años venideros, y por supuesto con el premio me puede llevar a mi mamacita a Acapulco en un hotel de cinco estrellas con playa privada, ¡que feliz estaba!


Compartir esta bella experiencia con los que mas amo, aún conservo este amor, respeto , admiración y toda la garra y coraje para preservar de generación en generación esta bella tradición, esta bella fiesta, tengo la fortuna de tener dos hijas y a través de ellas esta tradición no morirá, así ,que hasta aquí, queda este relato mis niñas, de una flor de antaño, que a pesar del tiempo no se marchita y no envejece, una flor de antaño que tiene aun abiertas sus flores y fresco su corazón.