Entrevista a Flor más Bella del Ejido 1979

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La sonrisa publicada en los diarios de 1979 eterniza la felicidad de Araceli Fuentes Rosas, que, a sus 22 años, participó en el certamen de la Flor más Bella del Ejido.

El Día. Instituto de Investigaciones Bibliográficas. Hemeroteca Nacional
Foto de El Día.
Instituto de Investigaciones Bibliográficas.
 Hemeroteca Nacional.
UNAM

En medio de los festejos de la Canoa Alegórica y a bordo de una típica trajinera navegamos en sus recuerdos. Mientras el remero hunde su garrocha en los canales de Nativitas, ella no olvida que fue el número ocho en el concurso; como si estuviera nuevamente en ese escenario instalado en la Deportiva de Xochimilco su sonrisa se asoma cuando vive otra vez la felicidad que sintió al saberse ganadora. 

“Desde niña mi mamá tenía toda la ilusión enorme de que concursara, y entonces fue por ella que me inscribí en el concurso. Concursé la primera vez en 1978, pero no llegué ni a semifinalista, pero aprendí muchísimo, al siguiente año me inscribí, preparé mejor mi discurso, preparé mejor mi traje y fue cuando gané”, recuerda.

“La convocatoria decía especialmente que era para hijas de ejidatarios, estaba abierta para todo el Distrito Federal y éramos, cuando concursé, un promedio como de ciento cincuenta chicas, no nos daban nombre, solamente un número, eran muy largos los eventos porque también se permitían los animalitos, los pajaritos, las canastas de alcatraces muy grandes y no había un límite de tiempo en el discurso, entonces era un evento que empezaba en la mañana y concluía en la noche, todo se hacía el mismo día, no había semifinales, sino el mero día se hacía todo el evento”, explica del evento que vivió. 

Museo Archivo de la Fotografía
Certamen 1979
A la extrema derecha Paco Stanley
Foto Museo Archivo de la Fotografía. 
“Cuando yo gané, el evento se hizo en el deportivo de Xochimilco, y entonces empezábamos desde las dos de la tarde y la elección acabó como a las nueve de la noche. 

“El maestro de ceremonias fue Paco Stanley, y el año anterior, la artista que estaba como invitada especial era Carmen Salinas y Paco Stanley, hacían una amalgama muy buena, eran fiestas magnas, siempre había un artista importante en ese momento. Había mucho realce, era muy fuerte la fiesta de la Flor más Bella del Ejido y sigue siendo, es una fiesta única, pero era un poco más que ahora”, lamentó.

“El jurado que me tocó a mí, hasta donde yo recuerdo, era Dolores Olmedo era parte del jurado, ella fue una gran promotora del evento, y ella nunca faltaba porque su santo era en Viernes de Dolores, también estaban como jurados algunos directores de museos, eran como diez jurados, Lupita Palomera estaba también”.

Araceli Fuentes Rosas
Araceli Fuentes Rosas 
“Para el (certamen) de 1979 diseñamos el traje, había un chicuete que era el de medio paso y yo era muy delgada, la verdad estaba muy bonito. Todo lo hice, me inspiré en algunas fotografías, la blusa fue la tradicional, mi rebozo fue de color rosa y mi faja también rosa, fue un tanto estilizado el atuendo, en conjunto se veía diferente”.

En cuanto a la difusión del evento que se llevó a cabo en la segunda mitad de la década de los años 70, Araceli explica que incluso los medios de comunicación le daban más importancia al evento.

“La difusión se hacía en medios de comunicación, en El Universal… había una visita obligada al periódico El Universal, nos llevaban a todas las participantes y nos invitaban a una comida en las instalaciones del Universal. En la televisión, con Madaleno, él le tenía un enorme amor al evento, y nos íbamos a Televisa, se pegaban pósters, la delegación se encargaba de la difusión fuerte del evento”, comentó.

“De premio me dieron un rebozo de bolita, cinco mil pesos, y maquillaje. También hice un viaje, y ese dinero también sirvió, era importante la cantidad que se ganaba”, dijo de los premios que ella ganó al ser electa. 

Araceli Fuentes Rosas
Araceli Fuentes Rosas
“Nos llamaban a muchos eventos, a mi me llamaban a muchas actividades, no he dejado de participar en las actividades; por ejemplo si llegaba a venir algún embajador nos invitaban. El año en que participé, habían invitado a mucha prensa japonesa y fue para ellos como algo muy especial, nos comentaron que habían publicado fotos del evento en Japón. Y se había propuesto un intercambio de la Flor más Bella del Ejido con la Flor de la Paz de Japón, yo no pude ir porque no había patrocinadores”, señaló.

De la final del concurso Araceli explicó era un proceso agotador para las concursantes.

“Cuando fue la elección, ya estábamos todas cansadas, yo recuerdo que había una casita que habían puesto para nosotras para ir descansando, estaba agotadísima, ya había preparado mi bolsita con mis cosas, ya sólo esperábamos que anunciaran a la flor, anunciaron al tercer lugar, y el segundo, y el primero… la hacía mucho de emoción yo tenía el rebozo en la mano, y la canasta de flores ya lista para irme, cuando dice ‘La Flor más Bella del Ejido’, la señorita que lleva el número ocho, entonces, yo, fue tal el impacto que salí al escenario con todo, y en ese momento, hay un recuerdo que llevo aquí muy grabado, en ese momento, estallan juegos pirotécnicos, yo levanto la mirada para dar gracias a Dios, y lo primero que veo ¡son muchísimas luces!, mi mamá corriendo, y en las fotos que tengo, lo que sale al fondo, es la canasta de flores. 

“Dolores Olmedo me colocó mi banda, y de ahí había un baile, pero a mí ya no me tocó porque me llevaron a Televisa a una entrevista con Jacobo Zabludovsky, al otro día, temprano, era la inauguración de la Feria de la Nieve en Tulyehualco, creo que son instantes que llevas en el alma”, afirma con emoción.

Bertha Leticia Ayala Ramírez
Flores más bellas del ejido 2002 y 1979.
Foto Leticia Ayala
“Mi vida fue antes de la Flor y después de la Flor, antes yo veía el evento pues más para venir y pasar un momento agradable, pero cuando concursé, cuando estudié, cuando me di cuenta de lo que era La Flor más Bella del Ejido, algo en mi se transformó, y dije: es valioso, es importante, es único, capta la esencia de México, ya no solamente de lo que es Xochimilco, entonces, cada año conozco algo más de esto, desde hace treinta años, jamás he dejado de venir, y cada año aprendo, y cada año me llevo más amistades, y cada año me llevo esa esencia que me hace vivir un año más, para que dentro de un año, si Dios me da vida, regrese”.

Entre las treinta Flores que Araceli ha visto pasar, ella ve potencial, emoción, pero también ha visto ex flores que ya no quieren saber nada del evento, ella, se ha dado a la tarea de invitar a distintas flores y algunas le responden: “ya estoy grande, para mí no es eso” en su opinión, en la mayoría se encuentra en un sentimiento de hermandad muy especial, lo describe como una amistad como si fuera de toda la vida, mágica e inexplicable.

Fragmento de la tesis "La Flor más Bella del Ejido, 74 años de tradición popular en la ciudad de México" de Bertha Leticia Ayala Ramírez. UNAM 2014

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